Muriel Santoni, Jueves 26 Marzo 2015Cualquier persona puede reconocer lo extraordinariamente especial que es el lazo que une a padres e hijos. Es fuerte, bello y nada (o casi nada) puede interponerse entre ellos... y, si me permites reconocerlo, ¡también cuenta con sus ventajas a la hora de hacer negocios! El porqué radica en la simple idea de que, si los niños no son lo suficientemente mayores para ser consumidores directos, sus padres no suelen tener ningún problema en consumir a través de ellos. Y en estos casos, no existen remordimientos, puesto que los progenitores no compran bienes para ellos mismos, sino para sus queridos retoños. La diferencia es abismal. Hoy en día, los patrones de compra están cambiando debido al pujante número de extras para niños del mercado tecnológico. Este mercado está pleno crecimiento y por tanto, los niños son un "tarjet" al que cada vez más y más empresas apuntan de numerosas maneras. Los padres de hoy, forman parte de la generación que creció con internet y el desarrollo tecnológico, de modo que usan estas herramientas en el proceso educativo de sus hijos con naturalidad. Dispositivos "vestibles", apps móviles u objetos conectados, todos ellos son innovaciones potencialmente adaptables a la industria infantil y que pueden llamar la atención de esta generación de padres por tres de sus características fundamentales.